jueves, 29 de noviembre de 2012

De la rúa y Shakira “No pelean porque sí, ni por orgullo: son empresarios y hay 300 millones en juego”

La relación de una década que concluyó en buenos términos en enero de 2011, cuando decidieron continuar como dupla profesional, se quebró. Mientras ambos formaron nuevas parejas y esperan hijos para este verano, ella niega que haya existido una sociedad y él le inició en la Justicia neoyorquina una demanda millonaria. Una historia de amor, negocios y traiciones.

MIAMI. Agosto de 2010. Aunque el comunicado que firmarán de manera conjunta cinco meses más tarde en Biarritz confirmando su separación dirá que ésa fue la fecha en la que Shakira Isabel Mebarak Ripoll (35) y Antonio de la Rúa (38) pusieron fin a su noviazgo de casi once años, ellos aún están juntos. Shakira está en el clímax de su carrera y ya tiene la mirada puesta en Europa. En el shooting de su hit Waka-Waka conoció al futbolista Gerard Piqué (25), hoy su pareja y futuro padre de su primer hijo, que nacerá en enero próximo. Pero es agosto de 2010, y si bien enfrentan rumores de crisis, Shakira y Antoñito se muestran cariñosos y unidos.
Ella acaba de presentar su perfume, “S”, tras un contrato con la firma Puig, y está en plena rueda de promoción de su exitosa gira Sale el sol, que la llevará por cuatro continentes. Esta periodista la encuentra en el prestigioso Biltmore Hotel de Coral Gables, Florida, y le pregunta por Antonio, a quien la cantante saludará con un beso apasionado cuando lo vea entrar en la habitación.
 
–¿Cuánto del crecimiento que experimentó tu carrera en la última década tiene que ver con Antonio?
–Muchísimo. Como abogado, se ocupa de todos mis contratos. Es mi socio en mi carrera, y eso para mí es mucho más importante que tener con él una sociedad conyugal.
 
SHANGAI - PUNTA DEL ESTE. Diciembre de 2010. El mail, tipeado desde un hotel de China, ponía fin a esa pausa que habían decidido tomarse. Shakira no pasaría fin de año con Antonio en La Colorada, en José Ignacio, sino cantando en Nanjing. “Amor, estoy viendo a Piqué. Siempre existe el riesgo de una foto (...); nos haría mucho daño –habría escrito ella– . Tenemos que hacer un comunicado que explique que terminamos pero seguimos trabajando juntos”, según asegura un amigo de Antonio.
 
BIARRITZ. Enero de 2011. Se sella a orillas del Cantábrico: La Colorada y el pent-house de Nueva York quedarán en poder de Antonio. Shakira mantendrá las propiedades en Colombia, Miami y Bahamas (donde es dueña de parte de una isla). El plan es seguir trabajando juntos, al menos en una primera etapa “de transición”. Hasta ahí, De la Rúa era presidente de todas las compañías en torno a la marca Shakira, desde donde se cierran los contratos con la discográfica Sony, con la productora Live Nation y con Puig, entre otras. Tenía plenos poderes. “Era el negociador final con terceros”, definen desde su entorno.
La decisión de poner punto final a su relación los encuentra en mitad del tour, antes del comienzo de la etapa latinoamericana. “Hablamos de contratos por 300 millones de dólares, que requieren una estructura de negocios. Era muy importante que todo el mundo sintiera que ellos aún se entendían bien. Y además, seguía siendo así”, explica la misma fuente. Deciden seguir trabajando con el mismo porcentaje de distribución: un 10%, que al ajustarse al éxito sobre todos los contratos, ronda el 18%.
La conclusión es el documento dirigido a sus “amigos y allegados” que firman el 10 de enero: “Durante casi 11 años de relación nos hemos amado profundamente, cuidado y acompañado. (...) Desde agosto del 2010 y de común acuerdo, nos estamos tomando un tiempo aparte en nuestra relación amorosa aunque hemos continuado trabajando juntos (...). Seguimos constituyendo una pareja en lo profesional. Antonio continúa llevando todo lo relacionado con mi vida artística y mi carrera tal como lo ha hecho siempre. Seguimos como socios y en constante comunicación. Nuestra amistad y entendimiento son indisolubles e incorruptibles”.

En poco tiempo aparecieron esas primeras fotos, y la estrella, que se radicó en Barcelona, forjó una sólida relación con el delantero blaugrana, con quien tendrá un varón en dos meses. Antonio también volvió a enamorarse: en agosto de 2011 conoció en Ibiza a la DJ y ex Miss Mundo colombiana Daniela Ramos, con quien hoy también espera su primer hijo: será mujer y nacerá en marzo.
Lo que no está claro es por qué una pareja que se separó en tan buenos términos y que incluso mantuvo su sociedad comercial más allá de su ruptura sentimental terminó bajo un fuego de demandas cruzadas en varios tribunales del mundo, cuya última escalada ha sido la que interpuso el hijo del ex presidente ante la Corte Suprema neoyorquina. El documento, con fecha 20 de noviembre de 2012, al que GENTE tuvo acceso, consta de 49 fojas en las que De la Rúa acusa a Shakira de haber quebrado el acuerdo de palabra que los asoció. Basada en comprobantes de ingresos e emails, la cifra superaría con creces los cien millones de dólares. Aunque ninguno de los dos habla en esta nota –por recomendación de sus abogados–, sí lo harán, en estricto off the record, allegados a ambas partes.

PUNTA DEL ESTE. 7 de marzo de 2011. Shakira arrancó en la Argentina su gira latinoamericana y ahora tiene un concierto en el Conrad. Aunque pasará la noche allí, asiste con su familia y equipo al cumpleaños de Antonio, en la casa que compartieron.
El la acompañará durante el tour pero sólo como socio. Ya no comparten hotel ni auto. Desde el entorno de Antonio aseguran que después de Biarritz cada uno comenzó a pagar sus cuentas por separado. Desde el de Shakira, que él tenía una extensión de la tarjeta de crédito de la cantante, que siguió usando hasta que ella se la cortó, tres meses después.
En los comienzos de su relación, Piqué le hace a su novia planteos telefónicos por celos desde Barcelona. “Estaban muy metidos y es obvio que te joroba que tu mujer siga viajando por laburo con su ex y que él siga teniendo peso en sus decisiones. No lo soportaba”, dice un allegado. Para evitarlo, Antonio no sigue a Shakira en su gira por Europa; dejan de comunicarse directamente, aun por mail. El interlocutor sería desde entonces Aíto de la Rúa, quien se había desempeñado como jefe de prensa de su cuñada desde 2004, y seguirá haciéndolo hasta febrero de 2012.
 
NUEVA YORK - BARCELONA - BUENOS AIRES. Fines de octubre de 2011. Desde Buenos Aires, Ezequiel Camerini, un abogado argentino que Antonio conoció a través de Fernando de Santibañes, encargado en su momento de administrar la propiedad esteña, llama a su ex cliente por teléfono: “Estuve hablando con Shakira –le dice–. Me informó que es hora de dar por finalizada la sociedad. Me dijo que te transmitiera que está muy agradecida”.
A Antonio le pareció lógico. “Le contestó al abogado que pensara en un acuerdo económico que considerara que estaba dejando una compañía armada y cientos de millones a cobrar como producto de sus ideas”, confió a GENTE una fuente cercana al hijo del ex presidente. Pero Camerini le habría explicado que negociar no estaba en los planes de su ex. “Vos firmaste en 2005 una capitulación por la que dejaste en claro que la relación sentimental por sí misma no da derechos económicos a ninguna de las partes”, dicen que dijo el abogado.
De la Rúa rompió el pacto de no comunicarse en forma directa; le escribió un mail a Shakira: “Escuchame, ¿estás loca? ¿Cómo no me llamás?”. La cantante jamás respondió. La colombiana siempre reconoció ante propios y ajenos el lugar de su ex en el despegue de su carrera internacional. “Justo después de empezar su relación, en 2002, ella salió muy perjudicada después de la gira Servicio de Lavandería. Su manager de entonces le había prometido que ganarían 30 millones, pero terminó debiendo cinco”, contó la misma fuente. Por entonces, empezaron a planear esa carrera en sociedad de la que hablaba la propia Shakira. El 2004 es el año que De la Rúa señala en la demanda que presentó ante la Corte neoyorquina, como el del inicio de ese “pacto verbal” por el que él convocó a familiares y profesionales de su confianza para trabajar en la carrera de su novia. “Antonio recomendó incluso la incorporación de Sisi Kursman, quien sigue siendo hasta hoy la manager de Shakira”, contó alguien que conoce de cerca el tema.
Tras el éxito del tour Hips don’t lie (2008), la cantante se toma un año sabático. “Antonio le dijo que era el momento para cerrar todos los deals de por vida. Negociaron el contrato con Puig y con Live Nation, de donde provendrá el 90% de los ingresos de sus siguientes tours. Todo está garantizado: se cumplen los plazos, y ella cobra”, explicaron.
 
GINEBRA. Abril de 2012. Seis meses después de aquella charla con Camerini y –sostienen desde el entorno de Antonio– sin que ni el letrado ni Shakira respondieran a sus intentos por llegar a una solución conjunta, De la Rúa interpone un recurso en Suiza para que proteja los activos de una cuenta que la sociedad tenía en ese país. Se abre un expediente para analizar el caso. La cantante presenta ante el juez interviniente una declaración jurada donde ella y sus empleados desconocen la sociedad entre ambos, expresando que el comunicado de Biarritz para sellar la separación fue un favor de ella hacia su ex, que la presionó para obtener su firma. También presenta una demanda en Bahamas, alegando que De la Rúa tomó bonos que no le correspondían, y en Uruguay, donde le exige una rendición de cuentas sobre la casa de José Ignacio. “Entendemos que la estrategia del abogado de Shakira es demorar la causa con la pelea por la jurisdicción. ‘Si Antonio quiere pelear, le vamos a hacer juicios en todo el mundo’, parece decir. Shakira no entiende de contratos ni de propiedad intelectual y puede que este abogado que trabajó tanto tiempo con Antonio le esté llenando la cabeza”, consideran en el círculo del ex sushi.
 
NUEVA YORK. 20 de noviembre de 2012. Antonio de la Rúa presenta una demanda ante la Justicia local contra Shakira Isabel Mebarak Ripoll, conocida profesionalmente como Shakira, pop star global, para “recuperar su parte de los beneficios pasados y futuros de la sociedad de negocios que conformaron al elegir unir sus talentos para expandir la marca Shakira más allá de su relación sentimental”. Se habla de cien millones de dólares, pero la cifra podría ascender sustancialmente. La mayoría de los casos en este distrito terminan en acuerdo extrajudicial. Pero Shakira no quiere ni escuchar hablar de negociación. “Está muy dolida. Ellos mantuvieron la sociedad después de su separación, hasta que entendieron que no funcionaba. La remaron juntos y ella le pagó durante mucho tiempo: Antonio se hizo millonario con las comisiones de los últimos siete años. Para ella sería más fácil llegar a un acuerdo. Pero no quiere. Ya no es un tema de plata”, dice alguien cercano a la cantante, que agrega que tampoco ve sustento en la demanda, cuando la máxima prueba de la sociedad que los unió “es un e-mail donde ella dice que seguirán siendo partners”.
“Antonio intentó hasta último momento comunicarse con ella. Hace dos semanas le mandó el último mail. ‘Atendé el teléfono y hablemos, porque esto puede ser una pelotudez’, le pidió. Pero ella no contestó. El también está dolido. Tiene su empresa en Nueva York –la compañía de inversión y bienes raíces G2– y le va muy bien. Quiere dar vuelta la página. Pero cree que Shakira ganó mucho dinero generado por los dos, y que no merece que lo saquen de una patada. Sólo busca que sean justos con lo que fue un esfuerzo compartido”, dicen del lado de él. “La estrategia de Antonio es asustar para negociar. Y ella no lo va a aceptar. No lo quiere alimentar más. Espera un hijo, graba un disco, será jurado en The Voice. Está pasando por un gran momento. Pero le duele la traición”, agrega un allegado a la cantante.
Alguien que conoce muy bien a ambos da la clave final: “No pelean porque sí, ni por orgullo. Ninguno de los dos es ingenuo en ese sentido. Son empresarios y hay 300 millones en juego”.

Fuente: gente.com.ar

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